jueves, 8 de marzo de 2012

Clase cinco... cinco estrellas

 Atardece en Madrid, un domingo diferente, con abundante material para sentarme a escribir y pasar estas horas que a veces se hacen eternas. Mañana ya será lunes y la vorágine de la rutina volverá a atraparme, así que me vuelco de lleno y con el corazón a relatarles las experiencias de esta quinta clase de cocina que hemos superado airosamente

   Tras haber madrugado y caminado  con mi amigo Enrique (disfrutando del silencio y las primeras luces del día de un Madrid que recién se estaba desperezando), emprendí mi viaje hacia casa de Susana  equipada con mi infaltable delantal flamenco y mi cuaderno de notas (no lo he usado y ya me estoy arrepintiendo, tendré que hacer consultas online a mis compis mientras escribo). Aproveche para darme una vuelta por la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, ambas llenas de gente y turistas que, al igual que yo, contemplaban encantados la peculiar belleza de estos lugares emblemáticos. Bajé por la calle de Atocha, y pensé que loco que es el destino. Hace 5 años me alojé en un hostal ubicado en esta calle sin imaginar que algún día viviría en esta ciudad y no sería sola una curiosa mochilera de paso.

     Como ya se imaginarán llegué a destino, toqué el timbre equivocado (creo que la gente del 2º Derecha ya me odia ja,ja,ja) y mientras esperaba aparecieron muy sonrientes  Susana y su encantadora prima marta ( la víctima del día y una colaboradora de lujo). Estas chicas no son solo guapísimas sino también cocineras de raza (debe ser genético ja,ja,ja).

  Nuestra profesora tenía un hambre voraz (efecto secundario de una resaca latinera), así que apenas llego Sandra la pusimos a cortar morcilla y queso manchegos (regalo de uno de nuestros amigos de Atocha) y empezamos con un pequeño pero delicioso tentempié.


 Ya con nuestros delantales y toda la batería de cocina  e ingredientes sobre la mesada nos pusimos a trabajar en los exquisitos platos del día de hoy.


Primero preparamos el postre: Espuma de yogurt con fresas, una receta muy fácil y sabrosa del gran chef español  Ferran Adriá. Costo un poco colar la crema y que cayera en el sifón, pero de eso se trata esto, de equivocarnos, reírnos y si se puede, aprender. Las fresas (elegidas por Susana una a una) tenían muy buena pinta, así que las limpiamos, las cortamos y las dejamos listas para luego bañarlas con la espumosa crema de yogurt.

   Ya con el postre listo, estos cuatro pares de manos se dedicaron con gran entusiasmo a la elaboración de los dos platos estrellas del día: Pimientos rellenos y Fideuá. Yo era la primera vez que iba a probar ambos y la verdad es que me vine a casa con un tupper de pimientos. Fue largo el viaje de regreso con la tensión de saberme dueña de semejante tesoro, ja, ja, ja 



Allí estábamos las cuatro, ya dueñas y señoras de la cocina, lavando, cortando, picando, pelando gambas, fritando, empanando, tomando fotos y hablando de todo un poco (es que tenemos ya próximos  un Camino de Santiago y un viaje a tierras aztecas). Además toco acribillar a preguntas a nuestra nueva compi de aventuras, la cual lo soportó con paciencia de santa ja,ja,ja. Hubo llamada de la abuela de Susana, esa mujer a la que no conozco personalmente, pero si a través de las sabrosas recetas que ha trasmitido a sus nietas.

    Mientras se cocinaban los pimientos, bajamos a dar un paseo, visitar a nuestro chino amigo y abastecernos de pan para poder disfrutar sopándolo en las preciosas salsas que hicimos. Como aún era temprano (eso es lo que tiene ir siendo cada vez mas diestras en esto) nos tiramos un ratito en el sofá y nos reímos un rato viendo en la tele  a una pareja de decoradores gays que se dedican a remodelar casas. También se definieron las actividades a seguir tras la comilona: siesta y película (ja,ja,ja)

   Amigos, eran  las 14 hs y los estómagos ya empezaban a pedir comida. Así que volvimos  a nuestras cacerolas y terminamos de preparar la fantástica Fideuá. Este es un plato muy parecido a la paella, pero a diferencia de esta, en lugar de arroz lleva fideos.  Tiene un sabor especial, y yo, con cada comida, me enamoro más de los mariscos. Debo agregar aquí que casi arruino el plato cuando se me ocurrió ponerme a removerlo mientras se estaba cocinando. Menos mal que Susana me frenó a tiempo  y me explico que solo debo hacer pequeños toques con la cuchara para controlar que no se pegue ¡ Uffff! ¡Qué susto que me llevé! Hubiera significado el fin de una carrera que promete ja,ja,ja,ja.

    Preparamos una mesa amena, tomamos las fotos de rigor (menos mal que existen estos móviles  súper equipados que te salvan cuando no hay cámaras) y nos sentamos a saborear y disfrutar de estos platos maravillosos. El sueño y  el fantasma de la siesta sobrevolaban la mesa, así que por unanimidad (bueno, Sandra no estaba tan convencida) se decidió posponer el postre para la merienda.

     Así que señores hoy ni sobremesa  ni nada. Sofá, mantas y tele. La Profe se nos durmió al toque, y Sandra y yo nos pusimos a ultimar detalles del Camino de Santiago Nos quedan dos semanas y la cosa esta muy verde,ja,ja,ja. Nos enamoramos de los protagonistas de una nueva serie, Revenge, muy recomendable, la serie y los chicos, y recibimos la visita inesperada de Olga. Decir que como ninguna hizo amago de levantarse para abrirle, le tocó a la Bella Durmiente Susana.  Y ya Sandri pidió el postre y lo disfrutamos mucho. Estaba muy suave y espumoso, un toque de frescura y primavera.

    Pasadas las cinco de la tarde llegó la hora de romper filas y volver cada una a su casa. Tocaba escribir esta entrada, las recetas y elegir las fotos. He regresado feliz, con la panza (tripa) llena y el corazón contento. Como me gustan estas clases, cuanto aprendo y crezco con cada receta, con cada ingrediente y con lo que me aportan estas amigas maravillosas. Hoy especialmente he comprendido la importancia de probar cosas nuevas, diferentes y no dejarnos engañar por miedos, prejuicios  o preconceptos. El universo de sabores, texturas es tan amplio, tan rico que merece la pena tentarse con todo lo que nos ofrece.

    Ya vislumbro  la luna por mi ventana, suena en el ordenador (computadora) música de mi tierra…Prometemos volver en breve amigos. Nos esperan dos meses movidos, de aventuras, viajes, aniversarios, primavera y más platos para seguir deleitando nuestros, y vuestros, sentidos.



8 de Marzo de 2012.

Hoy he conseguido sacar un huequito para poder actualizar el blog con las recetas que hicimos el domingo y con el fantástico resumen de Viki. 

Como mis tareas son básicamente comer,  poner cava al pollo y a mi misma a partes iguales y actualizar el blog, hoy me voy a permitir utilizar este espacio para dar las gracias a dos mujeres excepcionales. Hoy es el día de la mujer trabajadora, pero es que estas dos "locas" con las que comparto mi tiempo y mi vida, además de trabajadoras son un montón de cosas más. A saber:

Comprometidas, voluntariosas, generosas, soñadoras, pacientes, inteligentes, bondadosas, inteligentes, basicamente buenas. Buenas, buenas, buenazas. Total, me aguantan a mi, con eso ya lo digo todo. 

Cuando le digo a alguien que apenas hace un par de años que nos conocemos (el 14 de Abril es nuestro choniversario) no se lo creen, porque el grado de compenetración es tal, que hay veces que no tenemos ni que hablarnos para saber como nos sentimos o lo que estamos pensando.

Estas dos mujeres me han cambiado la forma de ver la vida, mas bien la forma de vivirla y hoy que es su día, solo puedo decirlas que las quiero con locura y que las quiero para siempre en mi vida.

Con todo mi cariño, 
para las dos cocineras 
con mas estrellas de cualquier
guía culinaria.

Sandri. 

1 comentario:

  1. Yo comparto este sentimiento tambén!! Gracias por tus hermosas palabras! Gracias por ser parte de mi vida! Las adoroooooo Viki

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