Hoy empieza esta aventura que hemos decidido compartir con ustedes y que pretende hacer del cocinar una experiencia divertida, fresca y relajante. Para nosotras será una oportunidad para seguir conociéndonos, experimentando y disfrutando de buenos momentos juntas.
Solo podemos culpar al destino por habernos juntado (como dice el refrán: “Dios los cría y el viento los amontona”), pero ha sido este hecho afortunado y maravilloso el que ha dado pie a esta locura.
En este viaje Susana será la encargada de enseñarnos a amar este arte milenario, a cocinar como lo hacían nuestras madres y abuelas, a encontrarle “el gustillo” a esto de vestir un delantal y bailar entre cacerolas, especias, olores, sabores, colores y sentidos. Maestra paciente y generosa como pocas, amiga como no hay muchas, esta pamplonesa a la que no hay toro que la pille.
De las fotos y algunas de las entradas de este blog será responsable nuestra super eficiente chica de Móstoles, Sandra. Una gran escritora que se atreve ahora a entrar en el misterioso y a veces “acojonante” mundo de la cocina, poniendo lo mejor de sí y ese sentido del humor que la caracteriza y la hace irrepetible. Aún no la hemos visto con el delantal puesto pero sí con la servilleta al cuello, lista para aprobar (o no) los platos que se le sirvan.
Un proyecto que nos ilusiona, pero principalmente nos divierte y relaja. Y eso es lo mágico y memorable de este viaje: el poder hacerlo con amigas y que además puedan acompañarnos a través de este blog todos aquellos a los que queremos y para los que también estamos guisando.
Así que lector/a toma asiento y disponte a disfrutar de uno de los mayores placeres de esta vida: comer, pero comer bien.
Madrid, 9 de Noviembre de 2011
“Tener amigos con quien compartir una buena comida es magnífico, pero es mucho mejor tener a alguien que te friegue luego los platos.”
Anónimo
Anónimo